El Agua, ¿De red, embotellada o filtrada?
Actualmente, el agua del grifo garantiza una calidad que depende directamente de la Administración Pública, además los análisis y pruebas son datos de acceso público, donde cada ciudadano puede conocer la calidad del agua de su ciudad.
Ahora bien, aunque el agua inicialmente está perfectamente tratada y controlada, se analizan los niveles de bacterias, plomo, nitratos, pH, dureza del agua, cloro o pesticidas, … Es un agua que necesita ser tratada químicamente para desinfectarla, protegerla de potenciales contaminaciones, y que pueda ser apta para consumo humano.
Todo esto no evita que a nuestros hogares puedan llegar restos de microorganismos, bacterias o residuos microscópicos como plásticos…
Además, hace un largo recorrido a través de los sistemas de conducción y tuberías de la red pública hasta llegar al consumidor.
Por esto, cada vez más gente opta por llevar a sus hogares agua embotellada o filtrada, ya que de esta manera nos aseguramos tener siempre agua con los mismos niveles de calidad.
Pero ¿qué ocurre con el agua embotellada? Pues que es una buena alternativa salvo por su envasado. El uso del plástico genera muchos residuos con un terrible impacto medioambiental pero además el plástico se deteriora y libera sustancias tóxicas en el agua como el bisfenol A.
Una exposición mínima a estas sustancias pueden alterar las hormonas, deprimir el sistema inmune, dificultar el aprendizaje, provocar disfunción ovárica… El calor y la luz solar aceleran el deterioro del plástico y el paso de estas sustancias al agua. En este sentido el vidrio sería una mejor opción para comprar agua embotellada.
El agua embotellada es la forma menos sostenible de consumirla. Un estudio científico del Instituto de la Salud Global de Barcelona, afirma que el agua embotellada supone un impacto ambiental 3.500 veces mayor que el agua del grifo y claramente superior también al agua de grifo filtrada.
El agua filtrada se obtiene de la filtración del agua potable que se distribuye por la red pública. Esto se realiza mediante diferentes tipos de filtro. De Osmosis, de Carbón activo…
Las principales ventajas del agua filtrada son:
- Ahorro de dinero frente al agua embotellada
- Mejora el sabor del agua
- Es más sostenible. No genera plásticos.
- Siempre a mano. No tienes que cargar y almacenar botellas.
